La balsa Noryeste. ¿30 millones de euros por el sumidero?
Lo que en 1994 se presentó como el sueño que iba a resolver los problemas de regadÃo de cerca de un centenar de agricultores y de los jardines de Vitoria, se está convirtiendo en este 2008 en una pesadilla en la, que hasta el momento, se han enterrado 30 millones de euros. La balsa Noryeste, localizada entre el pueblo de Ullibarri-Arrazua y la cola del pantano de Ullibarri, con una capacidad de 7 hectómetros cúbicos, se terminó de construir en 2004.
Cuatro años después, todavÃa no se ha llenado debido a problemas administrativos, pero, sobre todo, por la práctica seguridad de que el suelo del vaso tiene fugas.
En el mejor de los casos, como ha reconocido ante las Juntas Generales el autor del proyecto, el ingeniero Julio López,habrá que impermeabilizar el terreno, lo que supondrá una nueva inversión de tres millones de euros. Eso si hay suerte y las numerosas grietas que tiene el terreno sólo afectan al primer estrato. Se verá cuando se proceda a bombear agua a la balsa, una vez que la Comisión Nacional de Protección Civil dé el visto bueno al proyecto en julio. Este proceso supone una inversión de un millón de euros.
En el caso de que las filtraciones fueran de mayor entidad, circunstancia en la que nadie quiere pensar, la viabilidad del embalse correrÃa peligro y todo lo invertido habrÃa ido por las simas descubiertas en el terreno. El departamento foral de Agricultura foral, dirigido por EstefanÃa Beltrán de Heredia (PNV), denegó a EL PAÃS los informes geológicos que se tuvieron que realizar en su momento para redactar el programa de obras. «Nosotros tampoco hemos tenido acceso a ellos», reconoce el juntero socialista Dalmacio MartÃn.
«Lo menos que se puede decir sobre la trayectoria que ha llevado esta balsa es que se ha actuado con desidia y negligencia por parte de los cinco diputados de Agricultura por cuyas manos ha pasado», apunta MartÃn. El proyecto del regadÃo Noryeste, incluida la balsa de Ullibarri-Arrazua, fue encargado en 1995 al ingeniero Julio López por el entonces diputado de Agricultura, el peneuvista Paulino Corcuera. Una legislatura después, el nuevo responsable del área, José Antonio Suso, también del PNV, contrató la red de distribución, no la presa. Estas dos obras fueron adjudicadas por Gabriel Chinchetru, ya en el primer Gobierno foral del PP. Su sucesor en el cargo, el popular Eloy López de Foronda, continuó con la obra. Ahora, Beltrán de Heredia ha de resolver su futuro.
El PSE ha presentado una moción, que se verá en el pleno de las Juntas Generales del 25 de mayo, en la que se pide a la Diputación que resuelva el asunto de manera inmediata. «Que un equipo de investigadores independiente, vinculado a la Universidad del PaÃs Vasco, estudie la viabilidad o no de la balsa», reclama Dalmacio MartÃn, que coordinó la ponencia del agua, que en la legislatura pasada estudió todas las infraestructuras y necesidades hÃdricas de Ãlava.
En opinión de MartÃn, en este asunto ha primado la guerra entre PP y PNV por encima del interés de los regantes. Desde que se terminó de construir la balsa en noviembre de 2004, se ha ido retrasando la puesta en marcha por la redacción del plan de emergencia al que obliga la ley en embalses de cierta entidad, después de la tragedia de la presa de Tous. Los regantes, que aportaron en su momento unas 150.000 pesetas por cabeza, eluden realizar declaraciones. Sólo quieren que se llene la balsa. Pero, en cerca de cuatro años de bonanza hÃdrica, el fondo del embalse sigue seco. Malas expectativas.
Un proyecto sostenible
El profesor Pedro Arrojo, experto en la gestión del agua, alabó en su momento la balsa de Ullibari Arrazua, el quinto embalse más grande del PaÃs Vasco. «Es un proyecto pionero, que apuesta por el consumo responsable del agua», dictaminó. En efecto, la balsa se nutrirÃa de las aguas residuales de Vitoria, tras pasar por la depuradora de Crispijana, gracias a una tuberÃa de 18 kilómetros. Después, por efecto de la gravedad, ya que la balsa se halla a una cota superior, irÃa a 5.000 hectáreas de cultivos en Cigoitia, Elburgo, Barrundia, Arrazua y Jundiz. También regarÃa los jardines de Vitoria y el polÃgono industrial de Jundiz.
Ésas eran las previsiones. Los regantes, a la vista de que no se llenaba la balsa, pidieron en 2006 que se realizase una conexión con el pantano de Ullibarri. «Se habÃan instalado los 180 kilómetros de conducciones y les pareció, con lógica, que se podÃan usar, pero esa no es la solución, porque en tiempo de sequÃa, siempre será preferente el uso doméstico del agua». Asà lo explica Luis Ganuza, el técnico del sindicato agrario UAGA que ejerce como portavoz de los agricultores, que han rechazado la solicitud de EL PAÃS de realizar declaraciones. Sólo quieren regar, desde que hace 13 años invirtieron en la balsa de Ullibarri-Arrazua.
Fuente. EL PAIS
Foto. EL CORREO
mayo 17th, 2008 at 9:38 pm
Una autentica verguenza, y un timo, de muy difÃcil o imposible solución.
De todas formas la inviabilidad de esta balsa de riego se conoce desde muchos años antes. ¿No es sospechoso por que se guardan tan celosamente los estudios geológicos?
Esto a mi me huele el poder que autoritariamente el polÃtico de turno impone al funcionario técnico de las respectivas administraciones.Donde normalmente se impone la anormal decisión polÃtica, frente a la estudiada, razonada y trabajada opinión de los técnicos correspondientes.
Desgraciadamente es asà en la mayorÃa de los casos.
mayo 17th, 2008 at 9:53 pm
Luego no digas que no hacemos caso a tus comentarios.. Je, je (es broma).
Verguenza, sospechas, preocupación y esperanza en que al final esta sinrazón se solucione.
Un saludo.
mayo 17th, 2008 at 10:17 pm
El Pais solo escribe del sector para «meter la cuña» a ver si le colocan a SUPERPATXI de lehendakari. Les rogaria si de vez en cuando apoyan al sector con algun articulo constructivo que mejore nuestra situacion, que canta un poco lo de este periodico con el PSE por favor. Ven la paja en Euskadi y se olvidan de lo que esta haciendo la ministra Espinosa en España. mucha jeta!!!
mayo 19th, 2008 at 10:11 pm
Esto me huele a coladero de dinero que nadie sabe donde ha ido.