La cuestión rebasa ya el aumento del porcentaje de las retenciones a la exportación en soja y girasol. Lo que realmente pasa es la entrada en crisis del pequeño y mediano agricultor, algo conocido en Europa pero poco experimentado todavÃa en estos lares. La presidenta, anclada en los años 30 habla de un sector de gran rentabilidad, cosa que es cierta, en manos de oligarquÃas tradicionales, casi…
Ciertamente la soja de exportación es un negocio muy rentable, y por eso hace unas semanas los tamberos (vacuno de leche) y las feedlots (cebaderos de terneros) se quejaban del cierre de granjas, de que tenÃan que subir los precios y el gobierno no les dejaba, decÃan que la soja les empujaba hacia las zonas marginales. Tanto hablar de la soja que los cálculos macroeconómicos de los ministerios daban como resultado empeorar la rentabilidad del sector culposo, craso error. No calcularon el malestar generalizado en todos los sectores, los increibles números de la inflación (más del 20%) y que la soja y el girasol la cultiva todo aquel que puede, chico, mediano y grande, por supuesto.
Asà que cualquier movimiento, por leve, podÃa desencadenar la guerra. Y asà está la cosa, siembras girasol o soja, y el 44% de la producción se la queda el Estado, por la cara, esa es la única realidad, en un momento de buenos precios internacionales le Gobierno desaprovecha la ocasión, hace meses que lo dicen las diarios especializados y los lÃderes agrarios.
Se ve que tras manipular el dato de inflación anual todos los sindicatos con posibilidades de ello han reclamado sus aumentos correspondientes, hasta un 20%. Eso ha supuesto una merma del erario claro y no se les ha ocurrido otra cosa que cargar más de impuestos al que ya está hasta arriba. Dos pájaros de un tiro supongo que pensarÃan, intentamos que la carne y la leche bajen de precio impidiendo la progresión de la soja a través de una disminución de la rentabilidad de dicho cultivo, y además rellenamos el arca pública, qué graciosos…
Y si faltaba algo la presidenta no se le ocurre otra cosa que hablar en público, destapando su falta de conocimiento del agro argentino, casi el 50% del enojo de los productores agropecuarios va por ahÃ, porque a la postre los damnificados son los sojeros en realidad, si embargo todo el campo está levantado.
Y aumentando el calor en estas tierras se destilan mafias sindicales, es decir, el Gobierno manda contramanifestantes a las manis de los agricultores, en vez de mandar a la policia como es su deber. Pandas de mafiosos comandados por lÃderes sÃndicales de la cuerda gubernamental, bochornoso, y luego quiere la señora llamar a la calma. Cada vez que habla enoja más al agro.
Y en este paÃs el agro lo es todo, aunque en las escuelas y ciudades tengan todavÃa la idea desfasada del gaucho y la guitarra, en el interior se vive del campo de verdad, y cuando se habla de paro es casi total. Lo que quiere decir es que tal dÃa como hoy 31 de Marzo ud. puede pasearse por las capitales del paÃs y no encontrar ni carne, ni leche, ni frutas en los supermercados, lo que se dice un desabastecimiento en toda regla. Cada chacarero sale a su ruta más cercana y corta los camiones, en 18 dÃas ya no hay alimentos, eso es una guerra.
En Buenos Aires, Entre RÃos, Córdoba deben ser un poco brutos y la palabra guerra es más apropiada. En la Pampa la palabra adecuada es asado. Según volvÃa al campo desde BahÃa Blanca a un cordero fui invitado amablemente por los piqueteros, tras pararme unos minutos y explicarme sus quejas, eso sÃ, toda la noche se iban a pasar, menudo frÃo les esperaba.
Fuente. Elagricultorenpeligro.